Y un poco
más morenos y con algún kilo de más, hemos vuelto a Edimburgo.
Bueno, en
realidad, en comparación a cómo estábamos hace 2 semanas ahora tenemos un color
de cara de lo más saludable! Yo tengo marca del bikini y todo ¡no digo más! Estas dos
semanas de vacaciones han sido, cómo decirlo, una maravilla la verdad. He
pasado días geniales con todos vosotros así que thank you very much!
Por estas
tierras también han tenido un verdadero verano durante unos cuantos días. Hemos
podido ver el césped de muchos sitios amarillento, cosa muy rara aquí. Y es que
ya lo he dicho muchas veces, que aquí, cuando el sol te pega, prácticamente lo
notas como si estuvieras en plena Malvarrosa. El problema es que como siempre hay
alguna nube para taparlo y dar un rato de tregua, no parece tanto.
Ahora vamos
a seguir con calorcito, unos 20ºC muy agradables, pero va a empezar a llover de
nuevo. Aun así, Arnau y yo pudimos disfrutar de los últimos coletazos de lo que
he oído que ha sido el mes más caluroso de los últimos 30 años.
Prácticamente
no habíamos salido a nuestro jardincito, así que el viernes fue el día ideal
para comer fuera y luego pasar la tarde tumbados en las esterillas.
El sábado,
después de unos recados, también fue la
ocasión para tumbarnos a la bartola un rato junto con medio Edimburgo, en Princes
Gardens, y disfrutar de un helado.
La depresión
post-vacacional va mejorando poco a poco, así que cada vez más centrados en la
búsqueda de empleo, otra vez.
Para los
afortunados que siguen de vacaciones: que las disfrutéis!! Y para los que ya han
vuelto al trabajo; iros a tomar algo a un bar, que un quinto y tapa nunca sienta
mal