El pasado viernes nos fuimos a nuestra primera excursión por tierras
valencianas, y Chelva fue el lugar elegido!
¿Cómo fuimos? Muy buena pregunta y aquí podéis ver la respuesta! Arnau ya
es todo un señor conductor (otra vez), después de hacer unas pocas clases
prácticas y lo hace muy bien!
Nuestra primera parada fue ver la Plaza Mayor, reformada en el siglo XVIII.
En el centro hay una fuente que data de 1679. También se encuentra el Ayuntamiento
y la Iglesia Arciprestal de Nª Señora de los Ángeles, que domina toda la plaza.
Su fachada es bastante impresionante, tipo retablo, pero no tiene imágenes, ni
estatuas, ni nada porque se destruyeron durante la Guerra Civil.
Luego nos dirigimos hacia el barrio del Arrabal, cuya plaza fue centro de
la ciudad medieval cristiana y donde se puede ver lo que fue el Antiguo
Ayuntamiento. En el arco de la puerta principal
está esculpido el escudo que tuvo Chelva durante muchos siglos. En el
primer piso se puede ver una imagen de azulejos del s.XVIII (imágenes de
azulejos como esa se pueden ver en muchas otras casas del casco antiguo).
Seguimos el recorrido hacia el barrio árabe donde pasamos por la Iglesia de
la Santa Cruz, antigua mezquita musulmana orientada hacia La Meca. No pudimos
acercarnos porque estaban haciendo obras justo enfrente.
Seguimos andando hasta
llegar a la Ermita de los Desamparados y luego estuvimos callejeando un poco.
En general está muy bien porque las casas están pintadas de blanco con algunas
partes azules y hay muchas plantas y fuentes, cada una de un estilo.
El último barrio que visitamos fue el judío donde llegamos a una de las
calles más antiguas de Chelva, la Petrosa, que se encuentra a los pies de una
pequeña colina rocosa sobre la cual se alza el Palacio, de origen árabe y que
fue residencia de los Vizcondes de Chelva.
Y después de una parada para recuperar fuerzas nos dirigimos a visitar los
alrededores de Chelva, en concreto el Acueducto de la Peña Cortada.
Se piensa que el agua era transportada desde el nacimiento del rio Tuéjar hasta
la ciudad de Sagunto, aunque he leído que el destino final no está claro y que
de momento se han hallado unos 26 km de restos.
Una vez aparcas hay dos caminos para llegar al acueducto. El que va por el valle y llegas a verlo desde
abajo y luego el que vas por la montaña. Como teníamos tiempo hicimos los dos y yo recomiendo este último porque
tienes muy buenas vistas de todo, puedes pasar por el acueducto y luego llegas
a la montaña, que, como podéis ver, está excavada y puedes ir por el túnel.
Nosotros andamos un poco por él pero no llegamos muy lejos porque a partir de cierto
tramo estaba un poco inundado.
Y aquí lo dejamos, espero que os haya gustado. Próxima visita, Peñíscola!