First days...

     Apenas llevamos una semana y cuatro días pero parece que ya haya pasado mucho más tiempo. Edimburgo nos ha recibido bien. El primer albergue en el que estuvimos estuvo mucho mejor de lo esperado. El desayuno estaba incluido: cereales, tostadas, café, té y algo que intentaban hacernos creer que era zumo de naranja. Internet era gratis y había acondicionada una pequeña sala a modo de cine, donde podías elegir entre un gran número de películas. Por supuesto seguía siendo un albergue, eso quiere decir que tenías que compartir habitación (nunca olvidaré a mi querido asiático que roncaba cual Godzilla) baños, cocina...encontrando gente de todas partes (y viendo la distinta educación de cada uno).

    El asunto del piso lo tuvimos para nuestra alegría solucionado rápidamente, pero no contamos con que tenían que pasar 10 días antes de poder trasladarnos, así que tuvimos que irnos a otro albergue. He de admitir que la primera impresión no fue muy buena, quizá, porque en nuestra habitación había una chica que había colonizado todo espacio libre, quizá, porque cuando fuimos a cocinar prácticamente no había platos, ni cubiertos, ni nada!!! Pero con el paso de los días mi opinión ha cambiado a mejor (qué remedio, no?). 

   A pesar de todas las gestiones que debíamos hacer también hemos podido disfrutar de la ciudad (además como cierran todo tan pronto no te queda otra!) por lo que hemos podido tomarnos un helado tirados en el césped disfrutando de los rayos de sol, o tomarnos una cerveza/ té en un pub, o disfrutar de unos fuegos artificales lanzados desde el mismo Edinburgh Castle, las vistas de la ciudad desde Calton Hill y por supuesto recorrer las calles, atentos a las tiendas tan peculiares que se pueden encontrar.

   Un  beso a todos,

   Cristina McGrau