Monday 4 February 2013

BURNS SUPPER


     Robert Burns fue un poeta escocés y uno de los autores más conocidos y respetados de Escocia. Para conmemorar su vida y su obra, cada 25 de enero, día de su nacimiento, se celebra lo que se conoce como Burns supper, Burns Night, Robert Burns Day…En este día la gente se reúne para cenar, y lo que tiene de especial es que hay una pequeña ceremonia en la cena que ahora os contaré, se come haggis, se bebe whisky y se baila el ceilidh. Todo muy escocés. Nosotros este año fuimos con unos amigos a celebrarlo  y la verdad es que nos lo pasamos muy bien.

     Cuando llegamos nos sentamos en nuestra mesa, que como podéis ver no le faltaba detalle, y nos sirvieron un poco de zumo de manzana y whisky. Ya había vino blanco y tinto en la mesa y una jarra de agua fría.



     La velada empezó con el anfitrión dando la bienvenida a los invitados y luego nos levantamos todos para recibir al plato principal. Y ahí que nos vemos al gaitero, seguido por el cocinero, que llevaba en una bandeja un gran trozo de haggis con forma de morcilla, y detrás de él a nuestro anfitrión, dándole vueltas a dos pequeñas botellas de whisky. Todo al ritmo de la gaita claro.

      Los tres se pusieron delante de todos y el anfitrión recitó el poema que Robert Burns escribió dedicado al haggis, Address to a Haggis.

     En un momento dado, cuando se estaba recitando el poema, el cocinero cogió un cuchillo y abrió el haggis, de un extremo al otro. He leído que eso lo hace cuando el poema llega a los versos que dicen

His knife see rustic Labour dicht 
An' cut you up wi' ready slicht.”

     Cuando el poema acaba se hace un brindis con whisky y ya te puedes sentar. El gaitero, el cocinero (con el haggis en volandas) y el anfitrión se van a la cocina. 




     A continuación nos sirvieron la cena, haggis por supuesto, que normalmente va acompañado de puré de patatas y puré de nabo. Por aquí se le conoce como Haggis, Neeps and Tatties. En esta ocasión además, lo acompañaron con salsa de whisky.
 
Como no soy muy fan del auténtico haggis, me pedí la opción vegetariana.

     El postre fue una pequeña tartaleta de hojaldre rellena de crema de frambuesa. Sweet Pastry Tartlet filled with Raspberry Cranachan. Os lo pongo también en inglés para explicaros que el cranachan, que era la especie de crema de frambuesa, es también una receta escocesa.
     Para acabar también tuvimos té/café y toffee escocés, y durante toda la cena hubo una chica tocando el violín. Ché tú, ni en un restaurante 5 estrellas!

Arnau, con el postre y mi whisky
     Y llegó la hora de bailar. Antes de cada baile nos iban enseñando los pasos y luego, cuando ya más o menos estaba controlado se ponían a tocar la canción entera. Y para resumir, en general los ceilidhs son un no parar: bailas en pareja, en círculo, en grupo y das vueltas, vueltas y más vueltas. Pero es muy divertido. Además al tocar una banda en vivo van cambiando el ritmo de la canción, acelerándola o haciéndola más lenta y así también haces que la canción y el baile sean más dinámicos.




     Como la gente se iba cansando e íbamos teniendo sed nos ofrecieron también botellas de IRN-BRU, que no sé si ya he hablado de ellas, pero por si acaso, aquí os pongo una foto, es una bebida que se hace en Escocia y aquí sus ventas están al mismo nivel que Coca-cola o Pepsi, e incluso he leído que las superan.
    Yo la he probado y para que os hagáis una idea es como beber chucherías de lo dulce que está. Vamos, sano, sano. 




     El ceilidh acabó con todos bailando en círculo la canción Auld Lang Syne, que si el título no os dice nada, quizá sí cuando la oigáis. Es un poema de Roberts Burns.




     Así que por un precio más que razonable, solamente 7 libras, pudimos disfrutar de una velada totalmente escocesa a la que no le faltó de nada.

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