Y ya estoy
aquí para contaros el pequeño viajecito que hicimos a principios de semana a un
sitio llamado Balloch. Primero de todo avisar que las fotos, como suele pasar,
no hacen justicia a la realidad. Pero bueno, de momento tendremos que
conformarnos con ellas.
Como decía,
el pasado martes por la mañana nos fuimos a Balloch, un pequeño pueblo que está
justo en la parte sur de Loch Lomond, que es el lago más grande en superficie de todo Reino Unido y el segundo
en volumen, el primero es el lago Ness.
Nos quedamos
en un B&B que estaba justo enfrente de la estación de tren y que tenía
bastante buena reputación según internet y la verdad es que no defraudó: buena
acogida, habitación acogedora, baño bastante grande y lo más importante, todo
estaba limpio. Resultó que éramos los únicos huéspedes aquel día y los dueños
nos dijeron que muy probablemente seríamos los últimos ya que durante los meses
de invierno cierran y se van a España, concretamente a Benidorm, a esperar a
que llegue la temporada alta y volver al negocio. ¡Míralos qué listos!
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Justo enfrente está la pequeña estación de tren, así que para nosotros, que fuimos en tren, nos vino perfecto. |
El tiempo
acompañó bastante el primer día, tuvimos sol y alguna vez algún chubasco que
hizo que el día se caracterizara sobre todo por la cantidad de arco iris que
vimos. Lo primero que
fuimos a visitar fue un barco a vapor
llamado Maid of the Loch y allí vimos el segundo arco iris del día (el
primero fue yendo en el tren).
Después de
comer algo rápido nos dirigimos a un sitio llamado Duck Bay. Mientras íbamos
hacia allí ya tuvimos una estampa de lo más otoñal, con las aceras totalmente
cubiertas de hojas.
En Duck Bay,
que es una parte de la zona sur del lago pudimos disfrutar de buenas vistas y
de otro arco iris.
A la vuelta
recorrimos un camino que bordea el lago y nos encontramos alguna estampa
curiosa, como ésta, preparados para Halloween.
Luego nos
fuimos a dar una vuelta por la zona llamada Balloch Castle Country Park. En época medieval, Balloch fue fortaleza de
una de las familias más poderosas de
Escocia, los Condes de Lennox. Allí se construyó un castillo en 1238, pero por
desgracia lo único que se conserva de él es poco más que una base que se supone
corresponde a una fosa. El castillo que hay ahora se construyó en 1808.
Los terrenos
en los que está el castillo se han adecuado con diferentes rutas para los
visitantes, hay alguna zona de juegos para niños, muchas mesas de picnic y bancos para
sentarse y disfrutar de las vistas. Durante el “buen tiempo” debe de ser una
zona bastante visitada, aunque no sólo por turistas, la gente local parece
usarla también mucho, vimos a bastante gente con los niños, paseando a los
perros, etc.
Ya casi
cuando estaba atardeciendo empezó a llover, pero luego casi de inmediato salió
el sol otra vez así que sí, volvimos a ver un arco iris, y esta vez muy cerca nuestro. Pudimos
verlo completo y fue, de todos los que he visto, el que tenía los colores más vivos.
El día lo
acabamos yendo a cenar a un pub de alto nivel (tenían servilletas de tela, no
digo más) llamado The Stables. Cenamos a la hora británica y luego, sobre las 7
de la tarde y ya de noche nos fuimos a descansar. Y hasta aquí
lo dejo por hoy, en breves la segunda parte, que sino me queda muy largo!