¡Y aquí va el
último post de MissMcGrau por tierras escocesas!
Tengo ahora mismo una gran mezcla de sensaciones, estoy muy triste por haberme ido pero a la vez muy contenta por lo que tengo delante. No me lo tengáis en cuenta si cuando me veáis estoy un poco rara!
Tengo ahora mismo una gran mezcla de sensaciones, estoy muy triste por haberme ido pero a la vez muy contenta por lo que tengo delante. No me lo tengáis en cuenta si cuando me veáis estoy un poco rara!
¿Estáis
listos? ¡Empezamos!
Nuestros
últimos días en Edimburgo fueron un no parar. Muy intensos, tanto física como
emocionalmente. Aquí os pongo alguna de las cosas que hicimos.
Un día de la
semana pasa fuimos a despedirnos del castillo y recorrimos toda la Royal Mile,
pero esta vez entrando en casi todos los closes y wynds que había, viendo un
poco la cara más oculta de esa calle tan famosa. Y descubrimos alguna cosa muy
interesante!!
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| Desde la explanada del castillo |
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| Tenemos un pequeño paseo de la fama, los escritores J.K Rowling e Ian Rankin son algunos de ellos. |
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| Plaza dedicada al biólogo y botánico escocés Patrick Geddes. |
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| Aquí se puede tener una idea bastante aproximada de cómo eran los closes.
Entramos en
la iglesia de Canongate y dimos una vuelta por el cementerio.
   
Acabamos de
ver la Royal Mile y nos dirigimos, como no, a uno de nuestros sitios
predilectos para llevar a las visitas, el cementerio de Greyfriars.
   
El viernes
pasado subí al monumento de Sir Walter Scott. Ese tan grande y oscuro que está en Princes Street. Son 287
escalones que te iban dando una vista diferente de la ciudad. Hacía algo de
aire ese día, así que arriba del todo del monumento os podéis imaginar que era
mucho peor. Aun así disfruté de la vista como si fuera la primera vez que veía
la ciudad :-)
Empezamos con las escaleras, que cada vez se van estrechando más. 
Vistas desde
el primer mirador…
 
Desde el
segundo…
Tercero…
Y,
finalmente, último tramo de escaleras y maravilla de vistas
 
El botánico
no podía faltar como sitio al que volver para despedirnos. Así que ese mismo día
después de subir al monumento nos fuimos para allá. Había mucha gente paseando, tumbada por los jardines...
    
Y
acabamos volviendo por Inverlieth Park.
El sábado
nos tocó limpiar la casa a fondo y empezar a dejarlo todo preparado. Como, a
pesar de las cajas enviadas y de lo que íbamos a tirar todavía teníamos muchas
cosas, unos amigos propusieron montar un puesto en el Sunday Market, que os
recordaré es un mercado que se realiza los domingos en un garaje. La gente va
con sus coches (pagan una cantidad por ello) y en su espacio ponen lo que
quieran vender. Así que el domingo por la mañana hicimos eso y nos lo pasamos
muy bien! Fue una gran idea, algo distinto que hacer y además nos sacamos algo
de dinerillo y todo! ¡Fue toda una experiencia!
 
El lunes era
la inspección del piso y todo fue bien. Se supone que nos devolverán la fianza.
Y más les valía, que dejamos la casa como los chorros del oro!
Última foto del piso.
Además tuve
otra vez tiempo de darme un último paseo por Greyfriars. Al ser lunes por la
mañana no había casi gente y hacía sol. Fue un rato perfecto de pasear y despedirme una última vez.
  
Y por la
tarde, llegó la hora. Después de 3 años, 8 meses y 23 días, cogimos el tren y
le dijimos adiós a una ciudad que jamás olvidaremos.
Os dejo un
vídeo, uno de tantos, que circulan por internet sobre Edimburgo.
Y hasta aquí
el post de hoy. Muchas gracias por leerme y comentarme durante todo este
tiempo. MissMcGrau parará un poco los próximos días pero tranquilos que seguirá, pero desde otra perspectiva distinta. Espero que a
través de este blog os haya podido transmitir, aunque sea una parte, cómo me
ha gustado esa ciudad y toda Escocia. De verdad, es un sitio que realmente vale
la pena visitar.
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